Despojo







Al comienzo, sabía muy bien lo que hacía, tenía el conocimiento del daño que podría ocasionarle, era consiente de como esto terminaría, pero le di la razón a mi corazón que necesitaba el afecto que no encontraba a mi alrededor. Ignoré todo susurro de mi conciencia y procedí a cultivar la hiedra junto con ella.
En el transcurso de los días, me sentía muy bien después de tanto tiempo de haber estado triste, melancólico, apenado y solo en mi abismo. Junto a ella, recordé como era estar feliz. Al igual que yo, ella también estaba en una atmosfera de tragedia con una ventisca frecuente de depresión, la soledad era el único consuelo al que ella podía acudir en ese momento, al igual que yo. Cada uno de nosotros inmerso en nuestra dimensión, intentando sobrevivir a la lamentable situación que nos tocó vivir. Pero cada vez que la hiedra crecía, nuestras dimensiones más se unían, formándose en una sola. Ya no estaba solo, la tenía a ella y de la misma forma, ella me tenía a mí. Nos apoyamos a uno al otro. Si uno entraba en depresión, el otro le ayudaba a encontrar la salida.
Sabiendo que ella estaba vulnerable, tuve la grandiosa idea (sarcasmo) de tener una relación con ella, me aproveche de su estado de ánimo, pero realmente no sabía lo que hacía, al igual que ella, yo también estaba vulnerable y encontrar a alguien que podría sentir mis lamentos y pesares seria lo indicado (en ese momento lo pensaba de esa tonta manera).
Al mismo tiempo, me daba cuenta que estaba alimentando una hiedra de pura ilusión, que yo dependía de ella y viceversa, que mi sincera intención era ayudarla porque la quería, pero mi ayuda no era exactamente lo que  necesitaba. Si dejaba que la hiedra continuara  creciendo  aún más de lo que estaba, sabía que las consecuencias serían más graves y lo último que quería era eso para ella, todo lo que habíamos construido, solo eran puras fantasías, las más lindas que yo pude imaginar juntos. Ya con el tiempo llegue a conocerla más  y supe que sería muy difícil, sobre todo en su situación, superar eso. Pero quería arreglar lo que embarre.
Tome la decisión de despojar la hiedra que habíamos cuidado por mucho tiempo, fue la decisión más egoísta, ruin, idiota y  tonta de mi parte. Esta vez escuche a mi conciencia e hice mi elección, mi sincera intención era que ella encontrase por sí misma la luz de la senda angosta de su realidad, si dejaba que la hiedra llegase a ser sempiterna, nunca podríamos despertar del dulce y hermoso sueño que vivimos, tal vez ella me odie y la entiendo, porque al principio sabía lo que pasaría, pero fui débil y me deje llevar por mi corazón.
Para mí no fue fácil despojar la hiedra de su corazón…


Por: Kazuya

Enferma reflexión


                                        
Siempre constante, de día y de noche, siempre esta antes de cada decisión que pudiera tomar; atormentándome por varias horas con las posibles consecuencias de cada opción para mi acción y llegando a la conclusión de no hacer absolutamente nada. Es decir , si quiero hacer esto , pero la “Enferma Reflexión” se presenta invadiéndome con las consecuencias y convenciéndome a escoger otra opción pero de nuevo se presenta trayéndome distintas consecuencias y de esta manera pasa el tiempo , y sigo con la “Enferma Reflexión”… ¿Por qué no hacer la primera opción sin reflexionar en lo que pueda ocasionar? ¿Por qué no solo hacerlo y punto? Porque el miedo de hacerlo mal, que dirían los demás, me angustiaría si de nuevo fallo, no quiero recibir los estruendos de los demás que me agobian cada vez que me recuerdo Es el camino al mundo de las fantasías e ilusiones, es decir cuando pienso mucho me pierdo en la realidad y me dejo llevar por la reflexión donde me conduce a los sueños más íntimos. Cuando estoy solo, es en ese momento me siento más vulnerable y justamente se presenta la “Enferma Reflexión “tentándome llevar de nuevo a ese mundo donde me olvido de la realidad y vivo fantasías tan bellas. No tengo mucha determinación para decir: ¡No me lleves! , porque sé que me gusta ir a la vez me siento bien y pues solo acepto y me dejo llevar…, lo malo es que la comparación de la realidad con las ilusiones es inmensa. Mientras más pasa el tiempo con la enferma reflexión, mas angustiante y doloroso seria despertar, continuando con la realidad; es decir, podre imaginarme en una situación más deseosa, imaginar que vivo mis sueños, pero al transcurso del tiempo me doy cuenta, que he soñado despierto, mientras mis ojos ven mi triste realidad y entro en depresión.
Todo esto sucede cuando permito que la “Enferma Reflexión” controla mi mente.

Por: Kazuya